¿Qué es el ejercicio físico y cuáles son sus beneficios?
29/03/2021
Los términos de actividad física y ejercicio físico no deben ser confundidos. Según la Organización Mundial de Salud (OMS), la actividad física, es considerada como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía, por ejemplo: limpiar el polvo, pasear al perro, poner la mesa, hacer la cama , cocinar, etc.
Por su parte, el ejercicio físico es una variedad de movimientos corporales planificados, estructurados, repetitivos con el objetivo de mejorar o mantener la aptitud física y la salud, esto hace referencia a cualquier deporte dirigido, fútbol, baloncesto, atletismo, etc.
La Organización Mundial de Salud (OMS) recomienda que los adultos dediquen entre 150 y 300 minutos semanales a realizar actividad física moderada
Son ampliamente conocidos los beneficios de mantener un nivel adecuado de ejercicio físico regular en las personas adultas:
- Reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y prevención de caídas.
- Mejora la salud ósea y funcional, y es un determinante clave del gasto energético, y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.
- Mejora la salud mental, el estado de ánimo, la capacidad del sueño y las funciones cognitivas como la memoria.
¿Cómo afecta el ictus en el ejercicio físico?
El ictus es una de las afecciones discapacitantes más comunes en todo el mundo. Se produce debido a una alteración brusca de la circulación de la sangre que llega al cerebro, y como consecuencia, las células nerviosas no reciben oxígeno y dejan de funcionar.
Las diversas secuelas físicas que resultan del ictus (espasticidad, hemiparesia, hemiplejia, dolor, etc.). pueden fomentar aún más un estilo de vida físicamente inactivo. Además no hay que quitarle importancia al hecho de sufrir otras enfermedades previas, a nivel cardíaco, respiratorio, del aparato locomotor, etc. La falta de actividad puede desencadenar un círculo vicioso de poca capacidad cardiovascular, deterioro del funcionamiento físico y, en última instancia, reducción de la calidad de vida.
¿Qué tipo de ejercicio se recomienda después de un ictus?
Recientes estudios están afirmando que es primordial poder realizar un trabajo aeróbico, así como un trabajo de fuerza adecuado a las capacidades físicas del paciente para poder alcanzar beneficios que repercutirán en la mejora de la calidad de vida y la autonomía.
Por un lado, el entrenamiento con ejercicios aeróbico como caminar, nadar, bailar o ir en bicicleta puede tener un papel importante en la mejora de la capacidad cardiovascular al romper el círculo vicioso de inactividad física y deterioro funcional.
Por otra parte, es muy importante realizar ejercicios de fuerza de los principales grupos musculares como por ejemplo flexiones, sentadillas, trabajo de abdominales, etc para mejorar la funcionalidad del miembro superior, mejorar la velocidad de la marcha y el equilibrio.
Es importante no dejar de lado la rehabilitación de las secuelas físicas, ya sean la reeducación de la marcha, el equilibrio, la movilidad articular, la espasticidad, etc.
¿Por dónde empiezo?
Es de vital importancia ponerse en manos de un profesional especializado, ya sea un entrenador personal o un fisioterapeuta para realizar un reacondicionamiento físico.
En un paciente con ictus es necesario realizar una valoración de las capacidades funcionales de la persona teniendo en cuento los factores de riesgo, enfermedades previas, etc. con el fin de elaborar un plan de ejercicio terapéutico individualizado.
Por último, pero no menos importante, no se puede dejar de lado la rehabilitación de las secuelas físicas, hay que seguir trabajando el equilibrio, reeducando la marcha, mejorando la motricidad fina, la espasticidad, el dolor, etc.
Carol Naudí Farré
Fisioterapeuta de Neurolleida
Num. colegiada 7156